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Los dos con doña Crítica de copas
Tan enfadado como Baudelaire

LOS DOS CON DOÑA CRÍTICA DE COPAS

Soy amigo de Dios y del pecado,
y de la poesía más bonita,
si es que la Poesía es para escrita
y el poeta siquiera se ha enterado.

Que la historia del verso se ha colgado,
y el poema en el verso se limita.
Siendo verdad que la verdad se imita,
¿juega el historiador con lo ignorado?

¿O se mezcla a las huellas del borrico,
que pisa sobre páginas en blanco,
la costra cerebral de Francis Rico?

Ese libro de historia es cojo y manco,
está hurgando en la voz con el hocico,
¡pobre animal doméstico y estanco!

*****
Voy de sirviente mudo en el monólogo,
vivo en la observación sin más sentido,
soy amigo del dios más prohibido
y enemigo amoroso del astrólogo.

Me llevo de café con el antólogo,
que es un dicharachero divertido,
de sus antologías perseguido
a payasada limpia desde el prólogo.

Porque en la Poesía hay carreteras,
cantos de mar rodados, huesos, suelo,
dinosaurios cansados, con ojeras.

Y antólogos de largo caramelo,
ynduraines de y griega como peras,
que para tontos no les falta un pelo.

*****
Hay críticos de chicle, se mastican,
luego se hacen bolitas y se escupen
aunque algunos las traguen o las chupen
o las peguen al libro que critican.

Ni sus editoriales se lo explican,
ni es mejor que por ello se preocupen,
llenos los gallineros que se ocupen
de esa ciencia ficción con quien fornican.

Pero los hay de Código Penal,
matan con el silencio y con la nada,
y creen que el juicio suyo es el final.

Se aloja la vergüenza en su mirada,
los celos de la gloria y lo mortal,
sólo John Keats se cambia de Posada.

*****
Que hay voces que sofocan eso malo
que vive entre las piernas y es tan bueno,
sabores de palabras de relleno,
intrusos como libros de regalo.

Son cuatro sabios tiesos como un palo,
creen que el agua es la sábana del trueno,
se tiñen con aromas de veneno,
que no dan mucho pie, pero los calo.

Y Uve ge de la ce, el dios confuso,
parece estar con Dios de Poesía
como lo está de copas el vecino.

Pero bebo con él, bebo y abuso,
no se vaya a creer Víctor García
que mis versos se pagan con un vino.

*****
Me voy a retirar de todo esto,
un año más y muero envenenado.
No es que la Poesía me haya amado,
es que ya con su amor estoy molesto.

Me puse al dios y me lo llevo puesto,
me marcho presumiendo y engolado,
con todos los poetas bien plantado,
pero me voy por el camino opuesto.

Que a John Keats se lo tengo prometido
con el poder de la melancolía,
mientras le pongo límite al olvido.

Si me quiere seguir la Poesía,
sabe que en todo el mundo me he escondido
y aún quedan escondites todavía.

*****

"John Keats padecía la enfermedad de los poetas, la tuberculosis. Murió a consecuencia de una hemorragia que sufrió a raíz de una excitación nerviosa motivada por una crítica hostil. Cuando Baudelaire, mucho después, leía esto, anotó en su diario: `Todo periódico, desde la primera línea hasta la última, es un tejido de execraciones. Y este hediondo aperitivo es el que toma todo cuerpo europeo cada mañana como desayuno. No comprendo cómo una mano limpia puede tocar tales papeles sin que su poseedor sienta náuseas´"

                          A. Henschke, Historia de la Literatura. Editorial Labor, S.A.


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TAN ENFADADO COMO BAUDELAIRE

La voz es polisémica,
y hay voces que no salen del portal.
La crítica académica
y la profesional
son para Baudelaire flores del mal.

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