HACHA DE VULCANO
(Y JÚPITER PARIÓ)

Cuando se tumba el tiempo
sobre la eternidad, cuando
el cerebro revienta,
rompe el cráneo,
el hombre grita
abajo.
Que no existan
los días a diario
no va a
resucitarnos.

Yo soy este de aquí,
abierto, trepanado,
pariendo mi cabeza un hijo
exacto
a aquel retrato vuestro,
solo el dolor de parto.
Algo que va a dolerme
tanto.


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