POR CREER EN DIOS ME CREO

Dios me libre del mal que pueda hacerme,
que a veces de sí mismo es Dios ateo.
Yo creo en Dios, de veras me lo creo,
y no hay necesidad de convencerme.

Me tiene la verdad luchando inerme,
atacándome a oscuras, no la veo,
y deseos me dan que no deseo,
no me quiero morir sin defenderme.

Aunque la vida es cómplice y macabra,
tanto como la muerte nos obliga,
será la última puerta que nos abra.

Y yo no niego a Dios que Dios lo diga,
que si el mundo es verdad en su palabra,
mi deber es dudar para que él siga.

RETRATO DE PASADA

Siempre voy despacito y tengo prisa
y si no tengo prisa me arrebato.
Yo subo a los tejados, no es el gato,
y ya en el cielo estoy sin ir a misa.

A ver a esas alturas quién me pisa,
con Dios de guardaespaldas y mi olfato,
ahí tenéis ampliado mi retrato,
lo está mirando Dios muerto de risa.

Me alejo de mi tierra cuando puedo,
me aleja de vosotros la amargura,
no quiero señalaros con el dedo.

Tenéis la mente baja de estatura,
lo sé por los tejados de Toledo
y lo profundo de su sepultura.

POESÍA DE LA EXPERIMENTENCIA

Experimento con los gatos,
experimento con mi gata Mandi,
Sofía Mazagatos,
con el Mahatma Gandhi,
con la Prensa y la Historia, soy un dandi.

Me hago el avestruz,
cuando me da la gana y sólo a veces.
Soy un cristo en la cruz,
Neptuno entre los peces,
soy un dechado de experimenteces.

Todo lo hago a la brava,
experimento con la Poesía,
sabe bien que es mi esclava,
no la vuestra, es la mía,
y está conmigo desde el primer día.

Vosotros, a pensar,
vosotros, los poetas verdaderos,
yo puedo descansar,
tengo descansaderos
en el Parnaso y en los rodaderos.

Me levanto, me siento,
me tumbo a la bartola en esta orgía;
se me mueve el asiento
y la fotografía,
que todo se me mueve todavía.

Ya no es libre ni el verso,
aunque no rime no se encuentra aislado,
está en el universo
con la luna encerrado,
casi no suena de incomunicado.

Va de largo o de corto,
ni se cuentan las sílabas, ni caso.
Aparece en el orto
y muere en el ocaso,
que el verso libre marca bien el paso.

Todo muy reducido,
inmensamente enorme cárcel mía,
y hasta aquí me ha seguido
pidiendo poesía,
que no es pedir ninguna tontería.

SUBLIMACIONES DEL SONETO

Quiero ser un soneto y beber algo
fuerte que me emborrache y me dé vida,
si puede hacerme efecto la bebida,
ser liebre y ser preñada por un galgo.

Lo intento todo dentro a ver si valgo,
veo catorce puertas sin salida
y afuera está la gloria prometida,
¿qué pensará el poeta si no salgo?

Ya experimento el ser en biología
como un santo animal apareado
catorce veces con la Poesía.

Sólo seré soneto así engendrado,
si me concibe la sabiduría,
y crucifican cuando esté creado.

ASÍ ME ACUSA EL VERSO

Me tienes a tu antojo,
me coges con las manos, me maltratas,
me arrojas tú, me arrojo,
vestido, al mar, me matas,
y ya, como al principio, no me atas.

Me muevo, lloro, nado,
con los ojos, las manos y los pies,
canto desesperado,
ahogándome al revés,
no sé lo que soy antes ni después.

¿Soy verso o agonía?
¿Soy algo masculinofemenino?
Que forma no tenía
llegado a mi destino,
y me la dio un poeta peregrino.

Poeta o lo que fuera,
pues le vi caminar al claroscuro
con una alforja huera,
sin nada, estoy seguro,
se le había olvidado hasta el pan duro.

Y así nací, creado
como un tonto a la usanza, sin respeto;
el poeta me ha usado
lo mismo en un soneto
que en una lira pálida en secreto.

Pero tú no, me matas,
me conviertes en todo, en un poquito,
me atas, me desatas,
y me angustio y vomito,
también puedo ser yo verso maldito.

Los poetas lo fueron,
los poetas malditos por mi uso,
y malditos murieron
de sufrir por abuso,
y ahora soy verso libre aunque confuso.

TEORÍA DEL RESENTIMIENTO

A veces animales,
mis versos son alivios de papel,
formas gramaticales,
yo siempre el mismo, él,
el único Caín; todos Abel.

Aunque la lira miente:
Porque yo soy Abel; todos Caín.
Mato contracorriente
y con el solo fin
de ponerle unos duelos al festín.

Me alimento y me ausento
por la puerta más libre, la ironía;
si me alcanzan les miento,
siempre la culpa es mía,
me tiene a mal tener la poesía.

Después les digo a todos
las cosas que me dice a mí el planeta
desde los reyes godos,
desde el prime poeta,
no había nacido aún ningún profeta.

Les digo: queda Dios,
cuando todo el planeta se ha marchado.
Él tose, oíd su tos.
Tose como asfixiado,
ya los gases el alma le han tocado.

Por eso soy irónico,
menos que mis palabras, os lo juro;
soy pesimista crónico
y no poeta puro,
quizás puedo ser dios, no estoy seguro.